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domingo, 23 de enero de 2011

Estos son los 8 alimentos prohibidos antes del primer año de su bebé

Brotes, vómito, diarrea, rinitis y urticaria son algunas de las manifestaciones de alergias alimentarias en los niños. Las proteínas son la causa principal.

Se estima que el 5 por ciento de los niños desarrolla alergias a los alimentos. Son ocho los alimentos naturales que la desencadenan: leche de vaca, huevo, trigo, pescado, soya, maní, nueces y mariscos.

El 2 por ciento de los niños menores de 2 años son alérgicos a la leche, la cual contiene cerca de 25 proteínas alergénicas. Sin embargo, la mayoría de los lactantes se vuelven tolerantes a ésta a partir de los 2 o 3 años de edad. Este logro, no es igual para el caso de la alergia al maní, el pescado y los mariscos que, desafortunadamente, permanece durante toda la vida. Con frecuencia, el que es alérgico a un alimento lo puede ser a varios, es decir, el 15 por ciento de los niños alérgicos a la leche de vaca lo es a la de soya.
Las proteínas son la causa principal de estas alergias y se requieren cantidades mínimas para provocar una reacción orgánica. Mientras más distanciada del ser humano esté una proteína, mayor probabilidad existe de que produzca alergia. Esto quiere decir que una persona podría tolerar más la leche de vaca que los camarones.

¿Cómo se manifiestan?
La genética y la exposición repetida a un alimento en particular provocan esta respuesta alérgica, un mecanismo de defensa frente a ese agente externo que ingresa al organismo.
La alergia a un alimento puede producir reacciones gastrointestinales y extraintestinales. Las primeras comprenden náuseas, vómito, cólico, diarrea, estreñimiento, hemorragia digestiva, incremento inadecuado de peso y talla y desnutrición. Las segundas ocurren en sistemas diferentes al intestino y se pueden manifestar en la piel (brotes, eczema, edema labial, urticaria, prurito), sistema respiratorio (rinitis alérgica, tos crónica, broncoespasmo, asma, otitis media recurrente) y ojos (conjuntivitis alérgica).
También se pueden presentar otro tipo de reacciones como migraña, trastornos del comportamiento e  hipotensión.

..ya les contaremos como prevenir las alergias y algo más de alimentación en el primer año.

miércoles, 19 de enero de 2011

Vitamina D, muy necesaria...

Los bebés alimentados con leche materna reciben todos los aportes alimenticios necesarios para crecer y desarrollarse sin ayudas externas hasta los 6 meses.
La vitamina D o “vitamina del sol” es uno de los nutrientes esenciales para el adecuado crecimiento y desarrollo infantil, ya que favorece la incorporación al organismo del calcio y del fósforo y contribuyen a construir nuestra masa ósea. Por ello en los más pequeños es necesaria para prevenir enfermedades como el raquitismo y otras anomalías de los huesos.
Nuestro cuerpo sintetiza naturalmente la vitamina D cuando tomamos baños de sol. Sin embargo, dado nuestro ritmo de vida actual y los peligros que entraña la exposición al sol especialmente en bebés, cada vez es más habitual que los pediatras recomienden un suplemento de vitamina D para los bebés, que tanto la leche materna como las fórmulas no aportan en cantidad suficiente si el bebé no es expuesto al sol.
Se recomienda que a todos los bebés, incluyendo aquellos que son alimentados exclusivamente mediante la lactancia y aquellos a los que se les da fórmula, ingieran diariamente una determinada cantidad de vitamina D que pueden obtener a través de suplementos recomendados por su pediatra. Esta suele presentarse en forma de solución líquida, tomada de forma oral, y debe ser prescrita por el pediatra, que nos indicará las gotas que el bebé necesite cada día, normalmente a partir del segundo mes de vida.
Además, la madre puede aumentar el contenido de vitamina D en la leche materna ingiriendo alimentos ricos en este componente.
A pesar de que una exposición breve bajo el sol sería suficiente para sintetizar la vitamina D necesaria, hay que saber que el filtro de un protector solar de factor elevado impide dicha sintetización, por lo que si el bebé pasea bajo el sol con protección no recibirá esos beneficios.
Consulta al pediatra sobre la necesidad de este suplemento.

viernes, 14 de enero de 2011

¿RESFRIADO?


Los resfriados son causados por ciertos virus sumamente contagiosos y se diseminan fácilmente en el aire y por el contacto directo con superficies contaminadas. Los síntomas duran alrededor de una semana y son muy conocidos: mucosidad y congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, tos y fiebre baja.
Esos síntomas pueden resultar más incómodos para un bebé que para un niño o adulto. El bebé no puede soplarse la nariz y le cuesta respirar por la boca. La congestión nasal dificulta la succión del bebé e interfiere con la alimentación.

Algunos síntomas son los siguientes:

Rechazo a varias tomas de leche.
Irritabilidad, o tiene mucho sueño.
Congestión nasal que perdura más de 5 días.
Manifestación de dolor de oídos o dolor en la cara.
Si su bebé manifiesta estas molestias, llame al profesional de la salud de su bebé; más aún, si es menor de 3 meses de edad y presenta fiebre. Podría estar incubando una enfermedad más grave.
Recuerde: No le administre productos para la tos y la gripe de venta libre a los bebé o niños menores de 2 años de edad.
A pesar de que no existe una cura para el resfriado, usted puede hacer que su bebé esté más cómodo. Si tiene problemas de succión, use una pera de goma para succionarle y destaparle la nariz antes de alimentarlo. El médico puede recomendar gotas nasales de solución salina (agua salada) para despejar la congestión. Dejar que el bebé duerma en posición casi sentado también puede ayudar a disminuir la congestión. Por ejemplo, puede usar el asiento para el auto o colocar una almohada debajo del colchón del bebé (nunca coloque una almohada arriba del colchón).
Proteja a su bebé de los resfriados manteniéndolos alejados de gente que estornuda o tose.

jueves, 13 de enero de 2011

Jugando con tu bebé

Los juegos en los bebés son clave para su aprendizaje y desarrollo. El juego les ayuda a aprender nuevas destrezas, comunicarse, obtener confianza, relacionarse con otras personas y descubrir cosas sobre ellos mismos y el mundo. Una de las cosas más importantes que los adultos y niños mayores pueden hacer es  escuchar y responder al bebé, así se sentirá bien consigo mismo y le dará confianza para intentar cosas nuevas.
Por lo general, a los niños mayores les gusta jugar con, y ayudar a los bebés y niños más pequeños. Ellos pueden ayudar a los niños pequeños a desarrollarse estando presentes para jugar con ellos, escuchándolos y dándoles apoyo cuando intentan nuevas actividades, y asegurando que estén a salvo.
Recuerda no sobrecargar a los niños mayores con las responsabilidades de los adultos. Los niños mayores también necesitan tiempo para jugar y no debe descuidarse su propio desarrollo.
A continuación algunas sugerencias de juego para bebés
Amarra o cuelga objetos cerca de donde esté acostado el bebé de manera que pueda alcanzarlos con las manos y sostenerlos.
Llámalo por su nombre o aplaude de manera que el bebé mire para ver de dónde proviene el sonido.
Carga al bebé y menciona los nombres de objetos. A pesar de que al principio el bebé no responda a este tipo de estímulo, es importante continuar hablándole y cantándole.
Dale al bebé objetos suaves y anímalo a devolverlos y a pasarlos de una mano a la otra. Debes asegurarte de que los objetos sean lo suficientemente grandes para evitar que el bebé se atragante.
Anímalo a aplaudir con las manos y a decir ‘adiós’ con las manos.

Dale dos objetos y toma otros dos objetos. Golpea un objeto contra el otro y ve si el bebé puede imitarte.

Dale una caja y cosas de distintos tamaños para meter y sacar de la caja.
Esconde algo debajo de una taza o de un pedazo de tela mientras el bebé observa y ve si puede encontrarlo.

Muéstrale al bebé un animal o la imagen de un animal, haz el sonido que hace ese animal y anímalo a repetir los sonidos.

Anímelo a comer por sí solo.

Recuerda demostrarle al bebé que te sientes complacido al ver que él intenta hacer y decir cosas nuevas. Elógialo con palabras y sonriendo, dándole palmaditas o abrazándolo. Las relaciones cálidas y amorosas son vitales para el desarrollo físico, social y emocional de un niño. Abrazar, mimar, sonreír y hablarle al bebé le ayuda a crecer y sentirse seguro.




miércoles, 12 de enero de 2011

DISCIPLINA

Así como le gustará desordenar, también querrá cortar su comida con cuchillo, tocar la computadora, sentarse en el asiento de adelante del auto y otro millón de cosas para las que todavía no está capacitado. También, exigirá golosinas, no querrá bañarse o ir a dormir y gritará para que le compres ese juguete nuevo. En esta etapa se frustrará, encaprichará y buscará los límites: los suyos y los tuyos.
Antes de regañarlo, recuerda que regañarlo puede lastimar su auto-estima, inhibir sus expresiones o incluso provocar que repita el comportamiento si disfrutó de la atención que generó.
Es muy importante que tú y tu pareja se pongan de acuerdo sobre la estrategia que utilizarán. Y una vez definidos los límites que establecerán y la forma de lograr su obediencia, deben mantenerse firmes. Las normas en este periodo, giran entorno al sueño, la comida, el peligro, y el establecimiento de rutinas positivas. Nuestras mejores ayudas son reconocer, interpretar y traducir sus necesidades y no dejarnos vencer por su llanto (cuando no tenga una base justificada).

martes, 4 de enero de 2011

Estimula a tu bebé


En algunas ocasiones, un bebé utiliza un sonido para dar a entender una palabra o bien para un pensamiento más complicado. Sin embargo, puedes estimular los sentidos a tu bebé siguiendo estos consejos que te ofrecemos:

Vista: Coloca a los lados de su cuna objetos de formas diferentes, de colores atractivos y distintas fuentes de luz. Para ayudarle a coordinar la vista con el tacto y aprender a diferenciar los objetos, dale juguetes de diferentes colores y texturas. Cuando pueda sujetar un crayón, enséñalo a hacer garabatos.
Oído: Usa sonajas, cascabeles y música. Mientras bañas y vistes a tu niño, háblale y cántale para que se acostumbre a tu voz y tus palabras.
Tacto: Dale a tu bebé un suave masaje con aceite o crema para estimular su tacto y circulación sanguínea de la piel. Las caricias, mimos, cosquillas y todo contacto con tu piel serán estímulos placenteros para tu bebé.
Gusto: Para ayudarle a coordinar mejor los movimientos entre su mano y su boca, permite que coma con una cuchara, aunque tire parte del alimento. Deja que tu bebé sostenga su propio biberón o tazón mientras come. Dale cosas que pueda comer él solito y sin peligro, como galletas para bebés.
Olfato: Cuando prepares la comida, ten a tu niño en la cocina para que descubra nuevos aromas, pero siempre lejos de zonas de riesgo y de los cuchillos.
Comunicación: Háblale, a esta edad, tu bebé aprende más en las conversaciones directas contigo. Simplemente, habla de lo que están haciendo en ese momento, después haz una pausa y escucha lo que tenga que decir tu hijo. Describe objetos y llama a las personas por su nombre.Enséñale a despedirse con la mano y a expresar "sí" o "no" asintiendo o negando con la cabeza. Preséntale a otros niños de su edad o mayores, para que se comunique con ellos.
Precisión: Intenta que el niño se quite algunas prendas él solito. Quítale la camiseta del cuerpo y los brazos y haz que él se la quite de la cabeza. Déjale los calcetines en la punta del pie y explícale cómo terminar de quitárselos.
Equilibrio: Cuando pueda sostener un juguetito, enséñale a colocar un bloque de construcción encima de otro y formar una torre.

 Tu bebé aprenderá más fácilmente a través del apoyo que de las correcciones.

lunes, 3 de enero de 2011

Comenzando a lavar los dientes de tu bebé


Generalmente, entre los 5 y los 9 meses de edad empiezan a salir los dientitos de tu bebé, es tiempo de acentuar la higiene en sus encías y dientes.
Hay varias razones por las cuales es importante mantener sus dientes de leche sanos. Sin ellos, su habla se vería afectada ya que hay sonidos en donde la lengua debe chocar con los dientes;  además, de las molestias que tu bebé sentiría y  no sería capaz de comer un rango saludable de alimentos ni tendría esa hermosa sonrisa. La primera dentadura también mantiene los espacios adecuados para cuando salgan los dientes definitivos. Es decir, no te preocupes del espacio que hay entre los dientes, esto se debe a que los de hueso son más anchos que los de leche y estos últimos ya guardan esa distancia.
Comienza con un paño suave humedecido y frótalo suavemente sobre sus encías. Asegúrate de usar siempre un paño bien limpio. En cuanto pienses que tu bebé tolerará el uso de un cepillo de dientes, utiliza uno de cerdas suaves y cabeza compacta, especial para bebes. Existen unos cepillitos ideales para bebés con capuchón para que el adulto pueda introducir el dedo y cepillar más fácilmente. El cepillo de dientes debe ser reemplazado regularmente, más o menos cada tres meses, o cuando empieza a verse deteriorado.
Una buena idea es cepillarse los dientes de los dos por turnos, ya que los bebés suelen hacer las cosas cuando ven que sus papás que también lo hacen.
Se recomienda esperar a que tu bebé cumpla los dos años antes de empezar a usar crema dentífrica. Aún entonces, es mejor usar una cantidad muy pequeña de crema dental para niños. Ésta contiene menos flúor y más calcio, estando especialmente formulada para dientes jóvenes.